La sicóloga infanto juvenil, máster en salud mental comunitaria y directora ejecutiva de la fundación Niñas Valientes, explica por qué la educación sexual integral ayuda a la prevención de distintas violencias y promueve el bienestar individual de la niñez, pero también el de sus familias y de la sociedad completa.

 

Campaña D(ESI)DIR de Fundación Niñas Valientes

Parte de la campaña D(ESI)DIR de Fundación de Niñas Valientes

Según la Encuesta Nacional de Sexualidad, Salud y Género que lanzó el Ministerio de Salud hace algunas semanas, cerca del 68% de la población chilena no conversa sobre temas sexuales en su familia. En junio de este año, Fundación Niñas Valientes, organización que busca promover la equidad y prevenir los distintos tipos de violencia en la niñez y la adolescencia, realizó una encuesta virtual sobre educación sexual a alrededor de 400 personas, desde escolares a adultos. 

La encuesta reveló que, efectivamente, 65% de las y los encuestados aprendieron de sexualidad conversando solo con sus amistades –y no con sus familias o en el colegio– durante su etapa escolar, aún cuando el 81% considera importante tener educación sexual desde la niñez, especializada para cada edad. Si bien esta consulta representa a una pequeña parte de la población, Carla Ljubetic, directora de Niñas Valientes y una de las 33 líderes del Programa de Liderazgo para la Transformación Social de Fundación Colunga, cuenta que sirvió para lanzar la campaña “D(ESI)DIR: la educación sexual que queremos”.  

Esta consistió en informar y sensibilizar sobre qué es la Educación Sexual Integral (ESI) a través de publicaciones y videos en redes sociales que contaron con testimonios de actores como Francisco Melo, Belén Soto o Francisca Imboden, en los que transparentaron cómo vivieron la educación sexual en su niñez. Ese fue el objetivo de la campaña de Niñas Valientes: que esta información llegue a la ciudadanía, ya que “aún hay personas que tienen una mala concepción de lo que es la educación sexual integral. Ahí queremos llegar a hacer el cambio”.

Esto porque, para Ljubetic, el diagnóstico es que la educación sexual en Chile “ha quedado en la trinchera política y eso ha implicado que no podamos seguir avanzando en un diálogo que sin duda es necesario tener”. De hecho, recientemente, el Consejo Constitucional aprobó la norma que le otorga a los padres o tutores legales el “derecho preferente” de educar a sus hijos. Esto, según dicen quienes critican la decisión, podría ir en contra de la norma que se ha impulsado en el Congreso de que haya Educación Sexual Integral (ESI) en los colegios y que permitiría que se converse más de estos temas en los espacios que, según Ljubetic, importan: el colegio y la familia. En esta encrucijada, la directora de Niñas Valientes habla sobre la importancia de la educación sexual integral en la niñez y cómo la promueven desde la fundación. 

Aún hay personas que tienen una mala concepción de lo que es la educación sexual integral. Ahí queremos llegar a hacer el cambio 

Desde Niñas Valientes, ¿qué consideran una educación sexual integral? 
Es un proceso de enseñanza y aprendizaje. Aprender sobre afectividad y sexualidad permite y promueve un bienestar individual, relacional, familiar y social. Lo que se propone es pensar la educación sexual no solamente desde la lógica de la restricción, como lo establecen las creencias culturales e individuales, ni tampoco sólo desde un enfoque reproductivo o de evitar enfermedades de transmisión sexual, sino que verla como un derecho a la información que necesitamos para desarrollarnos como personas y desarrollar relaciones de respeto saludables, que finalmente promueven el bienestar. 

¿Por qué es relevante para el bienestar de la niñez?
En términos socioemocionales, hay consecuencias de la falta de una educación sexual en la niñez y la adolescencia. Lo vemos también en las distintas formas de violencia, de abuso sexual. Ese trabajo no depende de niños y niñas, en ningún caso. No podemos poner la responsabilidad ahí, pero la educación sexual es una herramienta que permite reconocer límites, situaciones de riesgo y canales de ayuda. Lo vemos también si nos vamos a la adolescencia: crecer sin la noción del consentimiento hace que hoy tengamos casos súper graves de suicidios por violaciones. Aprender sobre consentimiento, por un lado, va a permitir menos situaciones de riesgo, pero también más posibilidades de decir que no y de respetar ese no. 

Y además de la prevención, ¿la educación sexual ayuda en la autorrealización o en algún aspecto cognitivo de la niñez?
Sí, la prevención es sólo una línea. De hecho, la gracia de la educación sexual integral es esta mirada afirmativa de la sexualidad, del desarrollo pleno, de poder desarrollarnos de manera libre, de conocernos de manera libre, lo que obviamente aumenta, por un lado, la autoestima. Cuando yo me miro a mí misma con miedos o miro situaciones en las que siento que no tengo espacio para conversar, probablemente la confianza que tengo en mí misma también va a disminuir. La educación sexual es un derecho que amplía otros derechos y esa noción es súper interesante, justamente a propósito del bienestar, porque esa educación nos permite el ejercicio libre de otros derechos también: de vivir una vida libre de violencia, acceder a la trayectoria de vida que yo quiero tener y tomar decisiones respecto a qué tipo de vida quiero tener. 

¿Cuál es el método de Niñas Valientes para plantear esto desde la voz de la niñez y no desde lo que las personas adultas creen mejor?
A través de la Red Niñez Valiente –un espacio de participación, encuentro y aprendizaje para la niñez y adolescencia entre 7 y 18 años– abordamos estas temáticas desde los propios intereses que las niñas y adolescentes nos plantean. De ahí recogemos inquietudes, temores, resistencias y preguntas, pero también desde el mundo adulto, porque todas las personas de alguna manera fuimos afectadas por esto en nuestro proceso. Tratamos de hacer este recorrido hacia atrás y mirar a esas niñas, niños y adolescentes que fuimos y cuáles fueron esas preguntas, dudas, inquietudes y temores que no fueron resueltos.

¿Consideras que actualmente en los colegios se enseña más o menos educación sexual que antes? 
En Chile existe educación sexual. El tema es de dónde viene, y hoy en día lo que vemos es que viene de la pornografía, las redes sociales y del aprendizaje entre pares, entonces pensar que no existe creo que no es real, porque siempre ha existido en ese sentido. Lo que sí no existe es una educación sexual integral. Según el estudio Prevenir con Educación, publicado en 2015 y que buscaba monitorear cómo avanzaban en salud sexual y reproductiva y educación integral en sexualidad 17 países de Latinoamérica, somos el más deficiente en educación sexual. 

Hoy estamos reprobando la mayoría de los desafíos a los que nos comprometimos. Seguimos sin tener una ley de educación sexual y eso es fundamental para avanzar. Si no tenemos una institucionalidad que acompañe, que oriente, que entregue recursos, que forme al sistema educativo, a la familia y a los distintos contextos de socialización de la niñez, no vamos a poder avanzar.

En Chile, ¿quiénes están siendo pioneros en educación sexual integral?
Hay una experiencia súper interesante en la comuna de Paillaco, en la Región de los Ríos. Hace un par de años la municipalidad puso monitoras y monitores de género para cada una de las escuelas de la comuna. Entre esta red de monitores crearon un plan de afectividad, sexualidad y género desde un enfoque integral, que aborda cómo detectar y enfrentar situaciones de violencia, cómo promover el aprendizaje de educación sexual en las escuelas y cómo resolver los conflictos que tienen que ver con esto. 

Estas personas son las que se encargan de implementar y monitorear el desarrollo del plan con los equipos educativos y estudiantes. Algo que ocurre mucho en los colegios es que hay profesoras y profesores que quieren llevar esto adelante, pero están sobrecargados y se van duplicando y triplicando los roles. La experiencia de Paillaco es pionera porque da prioridad a tener personas y horas disponibles para poder trabajar esta temática en las escuelas. 

Si quieres aprender sobre educación sexual integral a través de podcast, documentales o libros, revisa próximamente los recomendados de Carla Ljubetic aquí