Ser niña o niño hoy en Chile es más difícil que hace siete añAsí lo refleja el Primer Informe Nacional de Bienestar de la Niñez 2024 de Observatorio Niñez: de un total de 20 indicadores analizados, a nivel país 12 han mostrado un deterioro en los últimos años, 4 se han mantenido igual y solo 4 han mejorado.
Cifras preocupantes
En el área salud, el informe reporta un incremento en la malnutrición por exceso. Si en 2017 llegaba al 20%, hoy afecta al 23% de las niñas y niños en Chile. Aquellos entre primero y quinto básico son los más afectados: 28% sufre de obesidad. En tanto, se registra un aumento de la inseguridad alimentaria: 22% de las niñas y niños tiene disponibilidad limitada o incierta de alimentos adecuados. “El problema de la malnutrición por exceso en Chile está llegando a niveles críticos. Esto es grave porque impacta directamente en la probabilidad de tener enfermedades crónicas, con repercusiones en la calidad de vida y salud general a largo plazo que no sólo afecta el bienestar de niñas y niños hoy, sino que implica, a mediano y largo plazo, una recarga al sistema de salud”, enfatiza Del Villar. “Debemos mirar las condiciones estructurales que impactan en la obesidad, los estilos de vida que estamos promoviendo, pero también las condiciones económicas: uno de cada cinco niños vive en hogares en donde no está garantizado el acceso a una alimentación adecuada ni suficiente”.
La primera infancia también arroja cifras preocupantes. “Los datos reportan un aumento de recién nacidos con bajo peso al nacer, más nacimientos prematuros y también peores condiciones materiales en la primera infancia. Niñas y niños más pequeños tienen mayores niveles de pobreza, más niveles de hacinamiento y en familias que tienen que destinar un mayor porcentaje de sus ingresos en la vivienda, en comparación con familias con niñas y niños en otras edades. A su vez, ha aumentado el número de cuidadores que reconocen no tener red de apoyo para la crianza. Es decir, todo muestra que no estamos generando escenarios que aseguren el bienestar en una etapa clave del desarrollo”, alertó Del Villar.
El informe también destaca la crisis de la salud mental: 1 de cada 5 adolescentes presentan sintomatología depresiva y se observa un aumento de 8 puntos porcentuales con respecto a la misma medición en 2017. Las niñas son las más afectadas: 35% de las adolescentes presenta sintomatología depresiva, versus 9% de los hombres. A su vez, el informe reporta un aumento en la tasa de niñas y niños atendidos en el sistema público por intento o ideación suicida.
Otro dato que levanta el estudio es el deterioro de los entornos donde viven niñas y niños: 46% vive en áreas con niveles críticos de violencia, donde hay peleas frecuentemente y/o se han presenciado balaceras en el último mes. En el caso de los adolescentes, 52% de estudiantes entre séptimo básico y tercero medio ha estado expuesto a violencia. Esto incluye haber presenciado balaceras, peleas, venta y consumo de drogas en su entorno. A su vez, uno de cada diez ha presenciado peleas con armas el último año (14%).