El martes 8 de octubre, Observatorio Niñez invita al seminario “¿Dónde y cómo están las niñas y niños en la Región de Los Lagos hoy?”, en el cual presentará los resultados del Primer Informe Nacional sobre el Bienestar de la Niñez en Chile. El encuentro se llevará a cabo de 9 a 10:30 am en el Teatro del Lago de Frutillar. La entrada es gratuita con previa inscripción en este link.

El Observatorio Niñez de Fundación Colunga acaba de publicar el Primer Informe Nacional de Bienestar de la Niñez en Chile, con resultados preocupantes para la región, resultados que analizará en el seminario “¿Dónde y cómo están las niñas y niños en la Región de Los Lagos hoy?”, que llevará a cabo el martes 8 de octubre de 9 a 10:30 am en el Teatro del Lago de Frutillar. La entrada es gratuita con previa inscripción online.

Tras analizar 20 indicadores clave en cinco dimensiones (salud, aprendizajes, cuidados, condiciones materiales y entornos), el informe -que se puede descargar en www.observatorioninez.org- muestra que, en la Región de Los Lagos, 8 de ellos se han deteriorado, mientras otros nueves se mantienen constante y sólo tres mejoran. 

Así, tras dar cuenta de los principales desafíos que enfrenta hoy la niñez en Chile se dará paso a un panel de conversación para discutir con autoridades posibles compromisos para dar respuesta de manera intersectorial a ellos. En él participarán Enzo Jaramillo, Seremi de Desarrollo Social de Los Lagos; Paz de la Maza, Gobernadora Regional (S) de Los Ríos -región donde se ha implementado un Plan de Acción para promover el bienestar de la niñez-; Paloma Del Villar, directora de Observatorio Niñez de Fundación Colunga; Marcelo Maira, Director Ejecutivo de Fundación CAI; Claudia Paredes, Directora Ejecutiva ONG Canales y Florencia Hepp, Coordinadora de Pacto Niñez, agrupación que reúne a más de 100 entidades que trabajan por la niñez a lo largo de Chile.

Resultados preocupantes en la región

De acuerdo con el Informe Nacional del Bienestar de la Niñez 2024, en el ámbito de la salud, en Los Lagos durante los últimos 7 años la malnutrición por exceso ha aumentado, pasando de 24% en 2017 a 27% en 2023. Además, 26% de los estudiantes entre séptimo básico y tercero medio presenta sintomatología depresiva, casi el doble que en 2017. Aunque la tasa de nacidos vivos con bajo peso se mantiene en 7,7%, la proporción de estudiantes que declara consumir alcohol ha disminuido al 20%, alineándose con la tendencia nacional.

Paloma Del Villar, directora del Observatorio Niñez de Fundación Colunga, comenta que “a pesar de que la región presenta algunos indicadores mejores que el promedio nacional, el aumento en la malnutrición y la sintomatología depresiva entre los adolescentes es alarmante y requiere atención urgente”.

Respecto a los aprendizajes, la matrícula en educación parvularia ha aumentado ligeramente al 62%, superando el promedio nacional. Sin embargo, la inasistencia grave a la escuela ha aumentado 75% desde 2017, afectando al 21% de los estudiantes. La crisis educativa también se refleja en que el 29% de los estudiantes de 4° básico no alcanza las competencias mínimas en Lectura y el 40% en Matemáticas. Sobre esto, Del Villar señala: “La crisis educativa postpandemia está impactando severamente a la región, con un incremento en la inasistencia escolar y la falta de competencias básicas en lectura y matemáticas”.

En cuanto a los cuidados, 19% de las niñas y niños vive en hogares monoparentales nucleares y el 19% de las familias reporta no contar con apoyo en el cuidado de sus hijos. La tasa de maltrato por parte de cuidadores se mantiene en 39%, y la denuncia por violencia intrafamiliar ha aumentado a 1,7 por cada 1.000 niños, superior al promedio nacional.

Las condiciones materiales en la región muestran una mejora en la proporción de niños que viven bajo la línea de pobreza, reducida al 12%. Sin embargo, el 30% de las familias tiene empleo informal o no permanente, y el 11% enfrenta alta carga económica por el costo de la vivienda. La inseguridad alimentaria se mantiene en 14%, similar a las mediciones anteriores. “La disminución en la pobreza es positiva, pero es crucial abordar la inseguridad alimentaria y la carga económica para mejorar el bienestar general de los niños”, concluyó Del Villar.

Los entornos en Los Lagos presentan un aumento en la contaminación acústica y en la proporción de niños que viven en barrios con alta violencia crítica. El 17% vive en áreas con alta acumulación de basura y el 18% no tiene acceso a áreas verdes cercanas. Sobre esto, Del Villar destaca que “a pesar de contar con indicadores mejores que el promedio nacional, el deterioro en los entornos de vida y el aumento en la violencia crítica son preocupantes y requieren acción inmediata”.

El informe incluye recomendaciones urgentes para mejorar las condiciones básicas para la niñez en Los Lagos. “Es esencial que se fortalezcan los programas educativos, se apoye a las familias y se mejore el entorno en el que viven los niños para asegurar su desarrollo integral”, enfatiza Del Villar.